Las bodas invernales tienen un encanto especial; las tan agradables bajas temperaturas, los atardeceres tempranos, las fiestas decembrinas y mucho más. Todos estos factores se combinan para convertir esta temporada en la época perfecta para ese gran día.
Sin duda, cada estación tiene sus pros y sus contras, pero si no estás convencida sobre qué fecha escoger para tu gran día, hoy te daremos los tres grandes beneficios de casarte en épocas de invierno. ¡Toma nota!
1.- Temporada baja:
Del 22 de diciembre al 21 de marzo, las bodas bajan su frecuencia, por ello, los hoteles, restaurantes o salones de evento, consideran esta estación como temporada baja y reducen considerablemente sus precios, ofreciendo ofertas y promociones muy atractivas. Es una gran oportunidad para disminuir en gastos y poder así ahorrar bastante en los preparativos.
2.- Calendario disponible:
En invierno tendrás la opción de escoger dónde y cuándo quieres casarte. Son pocas las parejas que escogen un helado día de diciembre para dar el “¡Sí!”, pero gracias a ello podrás escoger esa iglesia de la que estás enamorada o esa hacienda que en verano tiene reservados todos los fines de semana, pero que en invierno, en su interior tiene una magia especial imposible de conseguir durante el resto del año.
3.- Mejor para los invitados:
Las bodas en invierno son perfectas para la disponibilidad de tus invitados, ya que se aprovechan las tan famosas vacaciones invernales. Además, la familia aprovecha en reunirse tanto para celebrar tu unión matrimonial como para las anheladas fiestas decembrinas.
Así que ya tienes tres motivos perfectos para poder animarte a agendar tu boda en épocas invernales.