Al momento de decidir casarse por la Iglesia, lo ideal es que la pareja conozca sobre las diferentes tradiciones que se llevan a cabo en la ceremonia, siendo uno de los momentos más significativos la entrega del lazo nupcial.
En una boda, el lazo representa visualmente el vínculo inquebrantable entre los novios, esa fuerza que los une y los aparta del resto del mundo, protegiéndolos y vigorizando su alianza.
El momento del lazo
Los padrinos de lazo se encargan de enlazar a la pareja luego de que han intercambiado los anillos y se han dado las arras, mientras se encuentran arrodillados frente al altar. El lazo permanece alrededor de ellos hasta que la ceremonia llega a su fin. Entonces es retirado por los mismos padrinos o por el sacerdote y es entregado a la novia.
Tipos de lazos de boda
Hay distintos formatos de lazo, y de esto dependerá la manera de colocarlo sobre los novios. Por ejemplo, el lazo puede tener forma de ocho, de manera que un aro envuelva a la novia y otro, al novio, uniéndolos en el centro. Se crea así, un símbolo de infinito, representando al amor eterno que los une.
También puede tratarse de una única circunferencia y, en lo que respecta a ornamentación, puede llevar una placa con los nombres de los novios y la fecha de la boda o, más tradicional, una cruz, como la llevaría un rosario. Si es así, la cruz debe ir al frente y estar en medio de los novios, ya que representa a la fe católica, que según la tradición mediará entre ellos y estará siempre presente.
Sólo recuerda que no importa el estilo o material que se haya elegido para el lazo nupcial, lo realmente importante es que siempre va a representar esa unión eterna que la pareja tendrá en su matrimonio.