Si bien es cierto que casarse en época de lluvias tiene sus ventajas (el cielo nublado, el clima templado, el posible arcoíris) también lo es que, en su mayoría, los problemas causados por los aguaceros imprevistos rebasan los de las temporadas menos húmedas.
A pesar de eso, numerosas supersticiones rodean a las bodas lluviosas; algunas las consideran signo de un matrimonio duradero (pues el agua purifica y se lleva los malos recuerdos), mientras que otras las catalogan como representantes de fertilidad, buena suerte y fortuna.
Ya ves, aunque en un primer momento la lluvia pareciera lo peor que le podría pasar a tu boda, unas cuantas gotas pueden significar algo positivo.
¿Crees que lo bueno le gana a lo malo? Si estás decidida a que tu boda tenga lugar en estas fechas, tendrás que prepararte.
Aquí te compartimos 5 consejos para que la lluvia no arruine tu fiesta (¡ni tu vestido!).
Carpas
Sobre todo si tu boda es al aire libre, lo primero en tu lista es evitar que tus invitados estén a la intemperie y sufran lo peor de las inclemencias del clima.
Una carpa es tu solución ideal. Procura que sea lo suficientemente grande para cubrir la totalidad de tu fiesta, y toma en cuenta tu paleta de colores; las blancas son populares, pero las transparentes confieren un toque único al realzar lo mejor del cielo.
Paraguas
Como las carpas, los paraguas son esenciales. Para no desentonar con el tema de tu boda, puedes personalizarlos y repartirlos entre los invitados.
¡No olvides reservar uno exclusivo para ti y tu pareja!
Toallas
A veces el mojarse un poco es ineludible, y para solucionarlo, no hay nada como las toallas. Tenlas disponibles para tus invitados en lugares estratégicos.
Y al igual que los paraguas, no dudes en personalizarlas, o bien, en emplear colores afines.
Vestuario a prueba de agua
Esta es, probablemente, la parte más complicada de este tipo de evento. ¡No solo debes resistir el mal tiempo, también debes hacerlo sin perder el estilo!
No te preocupes, para todo hay solución. En el caso del calzado, como te imaginarás, las zapatillas no son tu mejor opción. Por otro lado, las botas para lluvia son perfectas para proteger tus pies de los charcos. Tranquila, tranquila, borra la idea que tengas sobre ellas —no tienen por qué lucir como las que ves usualmente—. Existen algunas capaces de estilizarse de tal forma que estén a la moda tanto como sean funcionales.
El vestido es lo principal. Siempre puedes recurrir a uno corto, pero si deseas lucir el clásico blanco y largo, rocíalo con protector de telas o usa unas enaguas (¡hay una razón por la que las mujeres solían usarlas!).
Caminos resbalosos
Es inevitable; con la lluvia vienen los pisos resbaladizos, y tu boda no será la excepción.
Afortunadamente, esta cuestión es fácil de resolver. Solo ten a la mano suficientes tapetes para que tus invitados no terminen de cara contra el suelo, y todo debería de ir bien.
+Extra: Piensa positivo
Como te mencionamos al inicio, las bodas lluviosas no son totalmente malas. Sí, conllevan más trabajo y su naturaleza puede acarrear grandes sorpresas, pero también pronostican felicidad para tu unión.
Es importante que no te dejes deprimir por los posibles problemas, a fin de cuentas, ¡es tu día especial! Con lluvia o sin ella, siempre hay cosas buenas para disfrutar.
Si sucede lo temido y comienza a diluviar, ¡aprovecha! Como dicen por ahí, si la vida te da limones, haz limonada. Baila bajo el aguacero si te apetece, relájate del barullo de la celebración con el rítmico golpeteo de las gotas de lluvia, y tomate fotos épicas.
Ahora ya estás preparada para cualquier imprevisto causado por el clima. ¡Mucha suerte! Explora nuestra página para más consejos útiles y datos curiosos sobre el mundo nupcial.