Aunque la temporada alta de bodas está concentrada en los meses de temperaturas más cálidas, son cada vez más las parejas que por unos motivos u otros se dan el ‘sí, quiero’ en invierno. Y es que los enlaces de la estación más fría están llenos de encanto. Adaptarse a estas fechas no es tan complicado como parece: basta con completar el vestido de novia con un abrigo o capa que aporte calidez al look y recurrir a un calzado más propio, como las botas o los botines. Un complemento que ya lleva tiempo presente en el mundo nupcial y que ahora que las bodas informales están en alza, es un imprescindible.
Botines blancos
Unos botines blancos pueden ser el aliado perfecto de las novias de invierno. Pero hay que elegirlo bien para que el look no resulte aburrido. En lugar de optar por diseños básicos, lo mejor es hacerse con modelos de tendencia, de esos que incorporan detalles que hacen el accesorio diferente, pero no asumen grandes riesgos.
Botas para la ocasión
No solo los botines se convierten en la mejor alternativa para esas novias que, en los meses de invierno, no quieren llevar zapatos. También las botas. Aunque la elección del color es cuestión de gustos, al tratarse de una pieza de un tamaño mayor al de los botines lo mejor es apostar por tonos claros, neutros, empolvados o, directamente, ir al blanco
Dile sí a los colores metálicos
No es casualidad que, a la hora de elegir sus complementos, muchas novias apuestan por los tonos metálicos como dorados o plateados. No solo son colores que funcionan bien con el blanco, si ino que aporta luz y alegría al estilismo sin necesidad de arriesgar demasiado ni caer en excesos.
