¡Conoce 3 rituales que puedes realizar en tu boda civil para fortalecer más el matrimonio!

También las bodas civiles cuentan con rituales o tradiciones para fortalecer y simbolizar más la ceremonia. Cada ritual tiene un significado distinto y esto hace que sea un momento, diferente, especial y personalizado. 

Te daremos tres ejemplo de rituales que puedes realizar en tu ceremonia civil:

La ceremonia de la rosa

El primero de los rituales para bodas civiles es la ceremonia de la rosa. Este ritual consiste en intercambiar dos rosas, generalmente rojas, como símbolo de amor. Son el primer regalo como casados que reciben el uno del otro.

Puedes utilizar la rosa al momento de decir algo a nuestra pareja: pedir disculpas, demostrar el amor que sientes por ella y en definitiva que esa primera rosa no sea la última que entra en vuestras vidas.

Cada uno personaliza el texto a su gusto, incluye cosas, olvida otras.

Ceremonia de las velas

Hay varias versiones de esta ceremonia, también conocida como la ceremonia de la luz. También se utiliza en las ceremonias religiosas y suele hacerse tras el intercambio de anillos. Este ritual consiste en encender una vela grande entre los dos novios con otras dos velas más pequeñas. Simboliza la vela que os guiará y acompañará a lo largo de toda vuestra vida de pareja.

Ha sufrido algunas variaciones, sobre todo en las ceremonias religiosas en donde los padrinos son los encargados de portar la llama que encenderá esas velas. Otras parejas las mantienen encendidas representando así la independencia y personalidad propia de cada uno de los cónyuges.

Ceremonia de la arena

Otro de los rituales para bodas civiles es la ceremonia de la arena. Simboliza la futura vida en común, la unión entre almas y esfuerzos a partir de ese momento en el que ya seréis marido y mujer.

Para este ritual se necesitarán dos recipientes de cristal pequeños y uno más grande, y arena de cuarzo cristalino de dos colores, aunque algunos utilizan la cantidad de colores al gusto. En un momento de la ceremonia, los novios vierten juntos su recipiente individual lleno de arena, cada uno de un color, hacia el recipiente grande juntando las dos arenas y formando ondas de color.

Es muy sencillo y resulta muy vistoso no solo por la unión de las arenas de colores, también por la utilidad que posteriormente podemos dar a estos recipientes.