No es para nada un secreto que muchos crean que cuando el novio ve a la novia vestida antes de la boda, sea de mala suerte, motivo por el cual muchas parejas lo evitan y esperan hasta la ceremonia “por si acaso”, incluso aunque se trate de una superstición muy antigua.
Se puede llegar a cometer el error de pensar que esto es algo romántico, pero el verdadero origen de esta tradición, ¡no lo es para nada!
Esto se remonta a la época antigua, en donde los matrimonios no se daban por amor, sino por arreglos familiares. En aquel entonces se creía que era mejor que el novio no conociese a la novia antes de “cerrar el trato”, ya que en caso de no ser de su agrado, podía «echarse para atrás». Incluso el velo es justamente para disimular las imperfecciones de la novia, por este motivo, el novio lo quita después de haber dicho sí, acepto.
Sin embargo, si estás planeando seguir esta tradición, no debes preocuparte, pues en la actualidad se le ha dado la vuelta por completo al significado. Hoy en día, el motivo por el que el novio no puede ver a la novia en vestido antes de la boda, no es por el vestido en sí.
Normalmente cuando la novia ya está vestida, significa también que está completamente lista: peinado, maquillaje, accesorios, tocado, entre otros detalles; todo en conjunto logra que la novia luzca más hermosa de lo usual, dejando al novio completamente sorprendido al ver llegar a su amada como nunca antes la había visto, y sí, uno de los elementos que produce más impacto en el novio, es el vestido, motivo por el cual muchos suelen llorar en el altar de la emoción.
Sin duda, una experiencia única, ¿están listos para vivirla?