¡Una boda bajo la lluvia no es tan malo como crees!

Desde tiempos memorables, las novias se encargan de que su boda sea perfecta. Los novios eligen el día en que se casarán con cuidado y detenimiento, cada temporada tiene lo suyo, la primavera es fresca y colorida, el verano es cálido y divertido, el otoño suele tocar fibras sensibles para los enamorados acompañado de un clima fresco y el invierno es elegante.

 

La variante que a muchas parejas les preocupa cuando la fecha de su boda es en temporada de lluvias es que ese día tan especial se vea afectado por un diluvio, sobre todo si el festejo es en un lugar al aire libre. Para comodidad de todos, incluidos los invitados y especialmente los novios, es mejor una boda en un día soleado.

 

¡Novios, no se espanten! Si el día que han elegido es en temporada de lluvia o si creen que se verá afectado por el clima, pueden tomar precauciones desde antes y con esto no nos referimos a cancelar la boda o cambiar la fecha, sino al hecho de preparar paraguas y objetos de protección para el agua.

 

La lluvia puede ser una variable extra que le dará a ese día un toque mil veces más romántico, como lo hemos visto en películas o leído en libros, con un buen fotógrafo y los paraguas suficientes, tu ceremonia, la sesión de fotos y la fiesta podrían convertirse en la boda más romántica del año.

 

Es cierto que hay algunas supersticiones que dicen que la lluvia es de mal augurio para los novios pero no es verdad. La lluvia siempre ha sido símbolo de fertilidad, bendición y abundancia, por lo tanto, si el día de su boda llueve, significará un matrimonio feliz y con muchos hijos. Recuerda muy bien lo que dicen los italianos: “novia mojada, novia afortunada” o los franceses: “matrimonio lluvioso, matrimonio feliz

 

¡Así que dejen de preocuparse por el clima y disfruten su día como debe de ser!