¡Aprovecha la mesa de regalos!

La tienda departamental te abona el 10% en cupones del valor de los regalos que te dan los invitados.

En los tiempos de los papás, los novios acababan con cuatro licuadoras y seis tazones de cristal cortado, porque a todo el mundo se le ocurría dar lo mismo. Afortunadamente, alguien ideó las mesas de regalos para que no se repitieran y además regalaran lo que los novios querían y no un montón de cisnes de porcelana espantosos que ni dónde poner.

Para las mesas de regalos tradicionales hay dos opciones que explican en línea algunas tiendas departamentales:

– Entregable: que cada artículo te lo llevan a tu casa pomposamente envuelto. Si por algo no te convenció el regalo, lo puedes regresar.

– No entregable: todo lo que te regalen se va acumulando al saldo, cuando vas a cerrar la mesa de regalos te lo abonan a una tarjeta y tú eliges qué compras con ese saldo.

En ambos casos la tienda departamental donde pongas tu mesa de regalos te abona el 10% en cupones del valor de los regalos que te dieron los invitados.

Además, durante el tiempo en que esté abierta, también le dan el 10% en saldo de todo lo que compren a los novios, así sean un par de zapatos o el colchón.

El saldo no tiene vencimiento, así que si ya tienes una parte de la casa lo puedes guardar para futuras compras.

Puedes abrir la mesa dos meses antes de la fecha de la boda y cerrarla dos meses después. Ella recomienda planear muy bien tus compras en este periodo para aprovechar los beneficios de 10% de saldo y si lo puedes combinar con algún periodo de baratas ¡mucho mejor!, armas tu casa con menos dinero, porque son acumulables con cualquier promoción.

Otra cosa interesante que comentó un representante de las tiendas departamentales más famosas del país es que si tienen agencia de viajes, el saldo de la mesa de regalos también lo puedes usar para la luna de miel.

Obviamente sale más carito que si lo haces por fuera, pero si igual no estaba en tu presupuesto y en cambio ya tienes mucho de lo de la casa ¡se vale!

¿Mesa entregable o no entregable?

Por razones sentimentales, puede ser bonito poner que tu mesa de regalos sea entregable -a la gente que se tomó el tiempo de escoger en tienda le hace ilusión-, pero por razones prácticas posiblemente sea mejor que te abonen todo a saldo:

– Puedes redistribuir de acuerdo a tus prioridades

– En la entregable cuando ya está muy cerca la fecha de la boda hay un punto en el que diario tienes el camión de las departamentales afuera de tu casa y tienes que estar recibiendo siempre.

– Los regalos que te entregan vienen envueltos y se genera una cantidad irreal de basura. ¡Hay que ser sustentables!

– Si no has vivido en el “hogar de casados”, es muy probable que haya cosas que te gustan en la tienda pero no vienen al caso o no caben en tu sala, cuarto, cocina, etcétera. En ese caso mejor medir.

Recomendaciones

– Elige muchos productos de precios variados. Por un lado a la gente que tiene poco presupuesto le das opciones y también en caso de que alguna tía dé la sorpresa y te quiera regalar el refri, pues qué padre.

Mejor que haya tres páginas para escribir, desde un vaso hasta electrónicos o muebles, para que les facilites a todos escoger.

– Si tienes compras importantes que vayas a hacer y no pienses meter en la mesa de regalos, aprovecha los meses en que tú también tienes reembolso del 10%.

– Si vas a pedir la opción de “entregable”, planea bien los regalos. Si no, no pierdas demasiado tiempo y marca todo lo que puedas, porque al fin lo que importa es el saldo.

– Las departamentales no son las únicas: muchas mueblerías ya empiezan a poner mesas de regalos, así que si hay alguna en particular que te guste, pregunta si tienen e inclúyela.

– Cuando los novios ya viven juntos se tiene la opción de hacer una mesa de regalos para la luna de miel. Iban desde los drinks en la playa, el paseo en barquito o la cena en el restaurante de súper lujo.

Con lo que junten le podrán subir una estrella a la categoría turística de su viaje y aparte estaría padre poder mandar fotos de “mira acá estamos en no sé dónde, tomándonos la piña colada que nos regalaste”.